Hoy me canceló. Había comprado un montón de cosas para hacer eso que suelo hacer, que odio hacer: agasajarlo. Aunque lo hago con todas las ganas, porque está en mí ser así, odio que me salga con él, siento que no se lo merece. Sin embargo, siempre lo hago. Aunque sepa que es un pelotudo y no debería tener el honor de que yo lo sirva. Epa! Eso fue un poco agrandado, pero entienden la idea.
Me canceló, y después de llorisquear un rato, torturar a mi amiga con diez mil cuestiones de la vida, todo lo que significa todo, siempre tiene que ver la familia! Terapia y sacar la mierda del placard. Empiezan a pasar estas insignificantes coincidencias, como que por ejemplo pasen el tema más romántico del mundo en la radio, cuando una la prendió para distraerse y no acordarse de aquél pelotudo. Después la cantante que más le gusta a él y la concha de la lora, la radio se puso de acuerdo con mi fucking metejón para arruinar el pequeño relajo.

Qué mal que escribo.

Ahora tengo una coca no light para meterme en el orto y un pollo entero para descuartizar y congelar. Genial.

“No puedo ir hoy, te vas a enojar pero bue….” PERO BUE!? Odio el bueno abreviado, siempre lo odié, es tan despectivo como el “me chupa un huevo”.
Sabés qué? Mejor! Tenía ganas de estar en pelotas conmigo misma, estoy cagada de calor y amo ver Dr. House sola!

Pero bueno..después me llamó, me dijo lo que lo que le había pasado. Excusas, malditas excusas que "he aquí" la boluda, se las cree, como siempre. 

Somos demasiado perfectos juntos. No deberíamos encontrarnos, sabemos cómo termina. Es la gracia de nuestra amistad también. Que casi nada tiene de ese concepto. Tal vez algún día nos arrepintamos del obstáculo que nos pusimos. El cual tiene que ver con este cuerpo, este “de más” y ese “de menos”.